jueves, 12 de agosto de 2010



Obelisco de Barquisimento


Otros obeliscos en argentina




ORQUESTA TOCANDO EN EL OBELISCO




cohetes en el bicentenario que fueron tirados desde el obelisco



El obelisco de la ciudad de Buenos Aires fue erigido en mayo de 1936, con motivo del cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad, tardándose tan solamente 31 días para su construcción. Fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch. Mide más de 67 metros de alto y 49 metros cuadrados de base. Tiene una sola puerta de entrada y en su cúspide hay cuatro ventanas, a las que sólo se puede llegar por una escalera recta de 206 escalones. Para su construcción se utilizaron 680 metros cúbicos de cemento y 1360 metros cuadrados de piedra blanca traída de Córdoba. Costó 200.000 pesos moneda nacional de aquel entonces. En 1938, luego de algunos desprendimientos, se eliminó el revestimiento de piedra y se lo reemplazó por uno de cemento pulido. Su emplazamiento es la Plaza de la República, en la intersección de la Avenida Corrientes con la Avenida 9 de Julio, donde previamente estaba ubicada la iglesia dedicada a San Nicolás de Bari. En esa iglesia se izó oficialmente por primera vez la Bandera Argentina dentro de la ciudad de Buenos Aires en el año 1816. La estructura del mismo, basada en la estética racionalista, ha generado más de una polémica entre los partidarios de la renovación de la ciudad y los sectores más tradicionalistas. Hoy se lo considera como un ícono porteño.


Foto del obelisco PERO de Uruguay
La ciudad de Buenos Aires tiene símbolos que la definen, el principal es el Obelisco, en el cruce de las Avenidas Corrientes y 9 de Julio.Luce en pleno centro porteño desde el año 1936. Simboliza las dos fundaciones de Buenos Aires y el izamiento por primera vez de la bandera nacional en la iglesia San Nicolás. Los obeliscos auténticos son monolíticos; es decir, están formados de un solo bloque de piedra. Creados por los egipcios, tenían carácter religioso.Son numerosos los obeliscos levantados en épocas remotas que perduran emplazados en distintas ciudades del mundo, pero los más famosos, tanto por su importancia histórica como por sus líneas, apenas pasan la media docena.El nuestro es demasiado joven. Corría el año 1936 y se vivía un año político especial. El anuncio de la erección del obelisco promovió un movimiento de repudio, a cargo de un numeroso sector del público y del periodismo. El clamor negativo fue desoído y los empecinados en llevar a cabo el proyecto aceleraron los trabajos. El obelisco porteño fue levantado en el término de 60 días.Sin embargo, a partir de su inauguración se acallaron todas las voces que lo desprestigiaron antes de nacer. Quedaron algunas, muy pocas, que insistían pidiendo su demolición. Pero el obelisco, nuestro obelisco, se fue imponiendo por la sóla razón de su presencia. Los ciudadanos comenzaron a mirarlo con buenos ojos. Lo sintieron como a un amigo, como un habitante más de la ciudad. Se constituyó en punto de referencia, en una especie de vigía.El Obelisco está emplazado en la llamada Plaza de la República, casi exactamente en el vértice que forman las avenidas 9 de Julio, de 140 metros de ancho, Diagonal Norte, de 33 metros y la Avenida Corrientes, también de 33 metros de ancho. Probablemente resulte para muchos una novedad enterarse de que justamente por debajo del Obelisco corren dos líneas de tranvías subterráneos superpuestos, la B y la D. Sobre ambos túneles forma la base una plataforma de hormigón armado, de 20 metros de cada lado y 1,50 metros de alto, que apoya en dos de sus costados sobre zapatas del mismo material.Su estructura visible tiene una longitud de 67 metros y medio en su totalidad. 7 por 7 de base, y hasta la iniciación del ápice 63 metros, o sea 9 veces el lado de la base. El ápice, que mide 4,5 metros, tiene en su parte mayor 3,5 metros de lado.Interiormente es hueco, pero cada 8 metros hay una losa con un agujero en el medio. Estas losas dejan un vacío en uno de sus ángulos donde se halla instalada una escalera marinera para acceder hasta su cúspide. En éste punto, en su parte interna, hay una roldana que permitiría izar algún bulto por el agujero central de las losas.El Obelisco tiene puerta de entrada en su base y cuatro ventanas en su ápice. Ésta parte superior ha sido iluminada por fuera años después de su construcción. Su interior dispone de iluminación eléctrica. Y aunque resulta invisible dada su altura, el Obelisco está provisto de un pararrayos muy pequeño, cuyos cables corren por el interior.Está revestido de cemento armado, sustituyendo las primitivas losas de mármol. Este cambio se realizó a raíz del desprendimiento de algunas de éstas losas, motivado por deficiencias en su apresurada construcción.El Obelisco pesa 170 toneladas, costó 200 mil pesos moneda nacional y fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch. Su erección fue dispuesta por la Intendencia Municipal, a cargo de don Mariano de Vedia y Mitre, como un homenaje al centenario de la fundación de Buenos Aires.


Foto tomada un viernes a las 6 de la tarde, plena vuelta del trabajo




El obelisco en el dia Internacional del SIDA.